8. HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL

 

ENERO. 2025. 

LOS MEJORES DISCOS DEL SIGLO XXI.


Yo a dos escasos días para mi cumpleaños en 2011. Mi penúltimo cumpleaños de ser aquel yo antes del gran cambio que supone tener descendientes. Yo a mitad de camino de mi primer trabajo fuera del periódico. Yo en un edificio tan antiguo como prefabricado pasando mucho calor y aún más frío. Escuchando música comprimida primero en MP3 de 128kbs y luego con alguna mejoría en la calidad planificando mis descargas y mis PENDRIVES mientras aprendía a comprar los primeros discos por correo en tiendas de islas británicas con aires de Andorras de segunda. Pirateando para comprar antes de pagar por SPOTIFY, debí ser un pionero en pagar por algo con lo que soñaba desde años atrás. Incluso pagué haciéndome pasar por un residente en Tucson, Arizona, por un servicio llamado RHAPSODY que si no mal recuerdo era el nombre que le dieron a AUDIOGALAXY quienes quieren que fueran sus propietarios y que, hace unos siete años, fue adquirido por NAPSTER. RHAPSODY era básicamente lo mismo que SPOTIFY solo que la forma de conseguirlo y la fecha en la que lo hice, allá por 2002, le ponía un punto como de magia negra. La cosa es que MOGWAI, formación escocesa de post rock que todo el mundo parecía admirar, había puesto en circulación semanas antes dos temas a modo de adelanto de su séptimo disco de estudio HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL. Los temas eran RANO PANO, seguro, y WHITE NOISE, no tan seguro. No recuerdo bien si fueron adelantos separados, si yo tenía un archivo comprimido con el single, RANO PANO, y su cara b, que no puedo certificar que fuera exactamente WHITE NOISE. Pongamos, permitidme que así lo crea, que sí fue WHITE NOISE.

Es algo que todavía sigo haciendo, acaparar discos o acaparar tiempo para escucharlos, incluso cuando no tengo demasiadas esperanzas puestas en sus creadores. A bote pronto diría que fue exactamente así como llegué al THE HAZARDS OF LOVE y como definitivamente llegué no ya a HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL, sino a MOGWAI. Estuve días, probablemente semanas, secuestrado por aquellos dos temas. No conocía nada de la banda pero detecte al instante que aquel era un lugar en el que quedarse.

Desde 2007 tenía un coche en el que se podía hablar por teléfono de forma legal y segura. Pues bien, si estaba en medio de alguno de aquellos dos temas, no cogía el teléfono llamase quien llamase. Si quería sumergirme en aquel vasto y desconocido universo, conducía más despacio de camino a casa, alargaba el camino y, como ya he dicho, ni cogía el teléfono ni llamaba a nadie. Había algo de hipnótico en aquellos dos temas. En aquel pretencioso ritual de convertir el vacío en sonido y melodía. Horror vacui musical. Melodías vocales sustituidas por riffs. Aceptación del CANON como elevación más absoluta de la expresión musical. Durante dos o tres días exploraba mis sensaciones gracias a WHITE NOISE. Luego caía a los pies de RANO PANO durante horas y horas para volver a WHITE NOISE y luego a RANO PANO. Así hasta que salió el disco. 14 de febrero de 2011.

HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL, el título del disco, la portada, al igual que la portada y el título de DeBÍ TiRAR MáS FOTos, de BAD BUNNY, me pareció un acierto descomunal antes incluso de escuchar una nota de sus adelantos. Mi opinión sobre el disco de BAD BUNNY ya la conocéis, basta con ir al inicio de 2025 y leer sus dos primeras entradas. Digamos que tanto la portada como el título superan la obra. Algo que no ocurre, de ninguna de las maneras, con HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL.

Aquí tengo que sincerarme con una cuestión que me parece de una tremenda importancia. En el primero de los dos capítulos dedicados a DIMINISHING RETURNS, de GODZILLIONAIRE, hablaba del mecanismo de activación que supuso en mi recuerdo y de la forma en la que involuntariamente se van creando los relatos y los recuerdos alrededor de una banda, un disco o una portada. Describí el proceso de mi tortuosa relación con PAW y con sus discos. Y puede que a alguien le chocara una cosa. Enumeré y describí muchos recuerdos, imágenes icónicas, músicas, sonidos… si alguien se dio cuenta de que no hablé de las letras en ningún momento, le daría un fuerte y cálido abrazo ahora mismo.

No lo hice. No sé bien cuánto me importaban las letras en una época en la que mi inglés de hijo del proletariado andaluz inmigrante en Euskal Herria no daba ni siquiera para traducir todos los títulos de las canciones del disco negro de METALLICA. Así que tengo que confesar que nunca supe de que hablaba JESSIE, de PAW. Y no fue hasta mediados de la primera década de este siglo que no comencé a reparar más en las letras de las canciones escritas en inglés. Me sabía de memoria APPETITE FOR DESTRUCTION o USE YOUR ILLUSION pero dudo mucho que supiera qué decían todas aquellas canciones cuando escapaban de lo obvio.

Mi relación con la música anglosajona fue, durante aproximadamente los primeros quince años, como la que se puede tener con un disco de MOGWAI. Emociones, vibraciones, apariciones, sublevaciones, elevaciones, posesiones, secuestros, puñetazos en el hígado, bucles infinitos, descendencia del CANON y activaciones de recuerdos y momentos y vivencias.





HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL, en su arranque con WHITE NOISE, me recordaba a algún momento inconcreto de TAKE IT BACK, de PINK FLOYD. No creo que eso pesase demasiado en aquel momento. Aquí puedo decir esto con total tranquilidad: WHITE NOISE para mí es una especie de despertar, de amanecer, cuando el ruido denso de los motores empieza a llenar la ciudad, cuando los primeros niños y niñas salen a la calle con sus botas de agua amarillas y sus paraguas rojos en dirección a la escuela. No es la única composición que me evoca a ese momento del inicio del día en una ciudad, como ya iré explicando en futuras entregas.

MOGWAI me daba en 2011 la libertad de imaginarme el sentido de sus canciones de igual forma que ya me imaginaba en el pasado el sentido de las canciones que tenían una letra que no entendía ni hacía demasiado por entender.

Poco me importaba, poco le importa a la activación actual de mis recuerdos, que MOGWAI circulasen con disimulo por un circuito automovilístico cerrado con la gracia suficiente para que nosotros pensásemos que nos estaban enseñando un paisaje nuevo a cada momento. MEXICAN GRAND PRIX, curioso que haya utilizado un símil sobre una pista de carreras y ahora me ponga a hablar del segundo tema de HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL sin haberlo planeado, fue una vez descrito por una vieja y tangente conocida como el órgano de la cabra y la superposición de texturas con adornos de VOCODER. Bien. Fue certera. Fue todo lo cruel que pudo. Estaba enfadada con ella misma pero, como hace la gran mayoría de la humanidad, le echó la culpa a algo o a alguien. En este caso, a MOGWAI. 

Con los años empecé a sospechar que, a menudo, cuando decimos que un disco de nuestro pasado o una banda que ha evolucionado paralelamente a nuestra vida, ha envejecido mal, lo que queremos decir y deberíamos aceptar es que lo que realmente ya no nos gusta es lo que vemos en el espejo. No lo que escuchamos cuando nos miramos al espejo. Solo que no estamos dispuestos a aceptar la crueldad del paso del tiempo y sí estamos dispuestos a imponer nuestra crueldad a nuestro juicio, parcial e innecesario. 





Y aquí llega RANO PANO. Me viene a la memoria haber visto algún vídeo sobre la presentación de HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL en la televisión pública escocesa de la época donde el presentador preguntaba si se pronunciaba REINO PEINO o algo así. A lo que los integrantes, entre risas e indiferencia contestaban que podía pronunciarlo como quisiera pero que quedaría mejor como RANOÓ PANOÓ, como con acento francés.

Pues bien, RANO PANO no es más que un CANON apoyado en un riff, una colección de capas superpuestas, el enésimo intento, acertado, de MOGWAI por combatir el silencio y el vacío, por adornarlo y redefinirlo. Su riff, nada preciosista, nada emocionante de inicio, tremendamente burdo y grueso, quedó tallado en mi cerebro, en mi memoria, como una Venus prehistórica queda tallada en la roca.

Como GORKA URBIZU confesó acordarse a menudo del disco azul de WEEZER, yo me acuerdo de muchos discos a lo largo de las 24 horas que tiene el día. Y, de vez en cuando, se me aparece el riff de RANO PANO y mi cerebro queda atrapado en el más allá de los impulsos eléctricos que evocan su grumoso riff circular. También recuerdo muchas otras cosas sin un título claro. Quizá DEATH RAYS, quizá SAN PEDRO o quizá YOU’RE LIONEL RITCHIE. CANONES y más CANONES. Ejercicios y más ejercicios al servicio del HORROR VACUI sonoro. Elipsis musicales cargadas de narrativas imaginables por el oyente. Magia, más magia, enlatada en un disco. O en varios. O en muchos.

Si tengo que citar, voy a intentar hacerlo a lo largo de 2025, los cincuenta mejores discos de lo que va de siglo, tengo que citar HARDCORE WILL NEVER DIE, BUT YOU WILL. No puedo presumir de ser un fan absoluto de la banda, diría que la banda tiene unos cuantos discos mejores que este. Ni siquiera del estilo… EXPLOSIONS IN THE SKY, YAKUZI, RÖ… MONO… GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR... ¿SIGUR RÓS? Poco más. Pero sí lo soy de ese disco en concreto. Y, sobre todo, de la libertad que me brinda un disco de MOGWAI. Donde todo es entrega a modo de herramienta para que nosotros articulemos nuestra propia narrativa al servicio de nuestras emociones.

Recuerdo que hubo un momento hace ya 10 años en los que estaba enganchado a series de tv cuya banda sonora era servida por una banda de post rock. Escribí una serie de tres artículos que podéis leer aquí:

¿POR QUÉ EL POST ROCK LE SIENTA TAN BIEN A LAS SERIES DE TV? PARTE 1. (Texas para siempre. FRIDAY NIGHT LIGHTS y EXPLOSIONS IN THE SKY).
¿POR QUÉ EL POST ROCK LE SIENTA TAN BIEN A LAS SERIES DE TV? PARTE 2. (La problemática de la resurrección. LES REVENANTS y MOGWAI).
¿POR QUÉ EL POST ROCK LE SIENTA TAN BIEN A LAS SERIES DE TV? PARTE 3. FINAL. (GOMORRA: ajuste de cuentas con MOKADELIC).


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