Los mejores discos de 2020. (61-65)
En resumen, esta serie de entradas sobre los mejores discos del año, son la fotografía de un doloroso año en el que la música y los discos han servido de medicina paliativa contra el dolor. Es este un trabajo realizado con amor y agradecimiento hacia quienes, pase lo que pase, siguen brindándonos su trabajo y su arte.
Sin más, aquí los discos que van desde el puesto 65 al 61.
65. HALSEY “(Manic)” (CAPITOL RECORDS) 2020-I-17
Fue escuchar “Graveyard” en numerosas entregas de premios y late nights yankees y venirme arriba. Tristemente, el estado de excitación terminó en el mismo momento en el que termino el periodo de promoción de “(Manic)” y se lanzó el disco: inconexo, carecía del brillo y la frescura que convertían a “Graveyard” en un gran tema de pop moderno y comercial. Se aprecia un esfuerzo por crear una especie de todo en uno, desde Beatles a trap pasando por Madonna y el indie. Pero el resultado no podría resultar más plano. (Puesto en julio: 30/30)
64 MOXAL “Arrebetxe” (FORBIDDEN COLOURS) 2020-VI-25
Audience taldeko Hannot Mindegiaren bakarkako bigarren lana, “Arrebetxe”, debutak erakutsitako bidetik bidaiatzen jarraitzen du. Hizkuntz propioa eta kriptikoa, atmosferikoa, iluna eta intimista. Bere arrebaren etxeko gela batetan grabatuta, bakardadean, soinu banda, liburu eta pelikulen artean.
63 PLEURA “Bakarrilketa” (MALDITO RECORDS) 2020-XI-3
Pleurak rock modernoaren aurpegi berriak aztertzen ditu planteamendu bizi eta kementsu batetik. Gure rockaren barruan aspaldi egin gabeko ariketa da, gure eszenarako termometro eta estres-test gisa balio duena. Pop doinu kristalinoak metalaren dentsitatearekin edo punkaren amorruarekin nahasteko beldurrik gabe, Pleurak debut honetan etorkizuneko ariketetarako duen ahalmen guztia finkatzen saiatzen da. Debuta interesgarria eta itxaropentsua.
62. HAYLEY WILLIAMS “Petals For Armor”(ATLANTIC RECORDS) 20-V-8
La carrera de Williams ya apuntaba hacia alguna dirección cercana a la que ha tomado en su primer trabajo en solitario. Desde que Paramore, su banda madre, afrontó la grabación de su disco homónimo, el pop y la electrónica han ido ganando al emo y al harcore pop de sus primeras obras. Ahora, ya en solitario pero tampoco tan lejos de donde se detuvo Paramore, Williams se pierde en un universo onírico en el que la experimentación y la melodía se dan la mano para que su voz brille por encima de todo. Lo importante es que ya a estas alturas uno no sabe dónde acababan Paramore y donde empieza Williams. (Puesto en julio: 22/30)
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