Betty, skate girls.

Skate Girls.

Betty, la nueva y fugaz miniserie de HBO es simple, amable y fugaz. Se presenta ante nosotros

como una adaptación a las calles neoyorkinas de la clasista e insoportable Girls, con el skate

como nexo principal para un grupo de adolescentes que ven cada día como sus compañeros

patinadores las menosprecian como patinadoras. Guarda también cierto paralelismo con la genial Better Things ya que en numerosas ocasiones el espectador puede llegar a pensar que se encuentra dentro de un documental, con la cámara, el guión y los diálogos abandonados a su suerte en un mar de espontaneidad.

Betty avanza apoyándose en una narrativa ligera que no profundiza en nada pero que conecta

de alguna manera con un aura positiva que hace que quien la vea se sienta cómoda. Se describen múltiples problemáticas reales pero se abordan a la carrera y siempre con la intención de llegar al final gracias a un ejercicio limpio y rápido.

Así, Betty, te arrancará una sonrisa y probablemente te haga volver a tu propia adolescencia gracias a alguna escena. Nueva York es el marco perfecto para el carácter urbano de esta serie en la que la energía positiva y la solidaridad son protagonistas. Su problema, si es que lo tiene más allá de su candidez y ligereza, es que todo esa visión positiva que desprende corre el riesgo de caer en saco roto ante tanta tendencia a lo intrascendente.