GUNS N' ROSES. T Mobile Arena. Las Vegas. 2016-IV-8.



Millones de miradas puestas en el T Mobile Arena de Las Vegas. Viernes por la noche allí, sábado por la mañana aquí. Por una vez, las franjas horarias han sido benévolas con este lado del charco. A eso de las 9 de la mañana de aquí, Axl Rose, Slash, Duff, Richard Fortus y Frank Ferrer saltaban al escenario ante un recinto entregado y dispuesto a vivir una jornada histórica. Y lo fue. Excelente concierto en el que todas las piezas han vuelto a encajar después de varios lustros separadas. Las principales sorpresas, que se recuperen temas del "Chinese Democracy" tocadas por Slash ("Chinese Democracy", "Better" y "This I Love") y poder escuchar "Coma" en directo después de haber sido interpretada muy pocas veces en ocasiones anteriores. Jornada matinal de locos con el Periscope echando fuego (Periscope, aplicación del año por lo menos) siguiendo el concierto al milímetro. Aquí nuestra crónica.






SET LIST
It's So Easy
Mr Brownstone
Chinese Democracy
Welcome To The Jungle
Double Talkin' Jive
Estranged
Live And Let Die
Rocket Queen
You Could Be Mine
New Rose
This I Love
Coma
Slash solo (The Godfather)
Sweet Child O' Mine
Better
Civil War
Wish You Were Here (Pink Floyd cover, instrumental)
Layla (Derek & The Dominoes cover, instrumental)
November Rain
Knockin' On Heaven's Door
Nightrain
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Patience
Paradise City




Faltaban cinco minutos para las nueve de la mañana cuando se apagaban las luces y empezaba a sonar una intro curiosa. Mucha emoción en el ambiente. Gritos. De pronto, se encendían algunas luces y, como hace 24 años en Reading, sacaban a una estrella del rock al escenario en silla de ruedas. Esta vez no era Kurt Cobain, sino su enemigo acérrimo Axl Rose que, tras decir unas palabras ininteligibles, era colocado en un trono/trona, paradojas de la vida, que le había prestado el ex batería de Nirvana, Dave Grohl, que estaba viendo a Guns N’ Roses en las primeras filas del recién estrenado T. Mobile Center de Las Vegas. “Las vueltas que da la vida”, decían Los Suaves en “Dolores se llamaba Lola”. Esta vez, sin embargo, el destino no ha querido burlarse de nosotros y, pese a la fractura en un metatarsiano del pie izquierdo, W. Axl Rose ha cumplido con su compromiso y en lugar de dar una espantá o de suspender el concierto alegando motivos médicos, sino que nos ha brindado una de las actuaciones más históricas que cabe recordar en la historia de Guns N’ Roses.

¿Cómo si no se podría calificar una noche en la que suenan en el mismo concierto “Estranged” y “Coma”?

Histórica. El comienzo del show ha sido fulgurante, Axl sentado con gafas de sol y aspecto de querer saltar volando de la jodida trona, Slash afinado y a punto, Duff impecable como siempre y los demás miembros en su sitio. Todo en su sitio, pero poderoso, rotundo, afilado y de seguido. Sin parones, han llegado “It’s so easy”, “Mr. Brownstone”, “Chinese Democracy” y “Welcome to the jungle”. Axl ha cantado mejor que nunca, y ahí el estar sentado un rato le habrá beneficiado, y Slash ha tocado de una forma convincente “Chinese Democracy”. Por despejar dudas, las canciones de “Chinese” con Slash suenan diferentes, y los solos se los ha llevado a su terreno, como sin duda debía hacer.





El segundo tramo del concierto ha empezado con una exhibición de facultades por parte de la banda, en “Double Talkin’ Jive”, que siempre sonó fantástica, y esta vez no ha sido menos. El batería Frank Ferrer ha ido acelerado casi toda la noche, lo cual le ha dado un punto de urgencia y vitalidad a la banda que no le ha venido mal. En ocasiones, recuerdo las giras del consumo desbocado de psicotrópicos como muy marcadas por aquellos vaivenes de Adler y Sorum. Recuerdo un “Mr. Brownstone” en París muy lenta, como si fuesen puestos de caballo… aquí Ferrer no ha dado opción, y el concierto ha fluido con mucho dinamismo. Rápido, pero dinámico. Tras unos buenos siete minutos con Slash recreándose como en los viejos tiempos (señores, cómo le suena la guitarra a este hombre, CUÁNTO SE LE ECHABA DE MENOS), nos han sorprendido con el primer directo al mentón.

Sonando de gloria. Me había emocionado muchas veces ya durante el concierto, pero aquí ha sido sin duda el primer momento de lágrima viva. Porque han hecho sonar “Estranged” como jamás pensé que la oiría en vivo: precisa, magnánima, amplia, fluyendo como las olas y los delfines a los que su videoclip homenajeó. Slash perfectamente (PERFECTAMENTE, NO COMO EN RIO 1991 O EN TOKYO 1992) capaz de reproducir aquel trabajo que le valió el agradecimiento de su autor (ROSE) en los créditos de los Illusions. Aquí Guns N’ Roses en 2016, tocando “Estranged” como la han tocado, suenan sencillamente como una rara avis, una banda única de su era, como lo que fueron en 1987 o 1991, sólo que infinitamente necesaria, ante la ausencia de rivales de altura.

A Rose se le ve feliz en esta formación. Y esto es algo muy importante, de cara a que nos sigan dando estas alegrías cuando ya casi no queda nada. Cuando desde luego que no quedan bandas así. El estadio se caía cada vez que una canción terminaba, el sonido era espectacular, engrasadísimo, como si el local de ensayo les hubiese proporcionado un lugar de recreación y meditación, para alcanzar alguna clase de estado superior. Suenan, insisto, a otro nivel. Duff, Slash y Axl Rose están en otro nivel ahora mismo. Ojalá dure.





Tras “Live and let die”, que ha sonado genial, ha llegado otro momento de saciedad, con una intro alargada de “Rocket Queen” y un solo bastante blues por parte de Slash, que ha vuelto a usar el talk box, y luego el slide. Grandioso final, como siempre. “You could be mine” sin apenas respiro, ha llegado muy seguida, y ha sido tocada a tal velocidad que parecía que la banda no pensaba vivir hasta mañana. Cuando, por cierto, creo que repiten. Axl ha presentado a Duff y este ha atacado “New Rose”, la versión de los Damned que popularizaron en “The Spaghetti Incident!?” Duff ha sonado completamente punki, fuera de sí, acentuando aun más su forma de cantar desatada y chulesca.

Tras “New Rose”, ha llegado el momento de repasar alguna pieza más del catálogo de los años oscuros de Axl Rose sin Slash, y han tocado “This I Love”, del ya casi maldito "Chinese Democracy". Disco a reivindicar, aunque de una era incomprendida e incomprensible. La canción ha resultado una preciosidad necesaria y Slash se ha llevado el solo a su terreno una vez más, no excesivamente preciso ni precioso pero sí muy personal, muy suyo y apurando los bendings hasta el extremo. Apuesto a que cuando lo escuche más veces termina gustándome, como todo lo que hace este guitarrista legendario.

Al acabar, cuando yo ya creía que no habría más sorpresas, Axl ha dicho algo sobre “probar algo nuevo” y ha empezado a sonar el bajo de Duff característico de “Coma”, con el flanger y todo. He creído morir, del gusto, por supuesto. La banda ha hecho sonar el tema de maravilla, aceptando cada cambio de la canción y ejecutándolo con precisión. Slash la ha tocado de maravilla, Frank Ferrer ha demostrado ejecutarla con pujanza, Duff imbatible y, pese a ser una canción de extraordinaria dificultad, Axl ha sido valiente y la ha acabado, que ya es decir. Sin fumarse ni un verso. Con voz de rata de cloaca, nada lustrosa, pero a esas alturas había quedado claro que era vencedor, y supongo que es imposible cantar “Coma” como en el disco. No importaba nada que las últimas curvas de ese alto de montaña se hiciesen con dificultad. Se había coronado de sobra la cima.

Manuel L. SACRISTAN

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El momento de "Coma" es simplemente histórico ya que el tema que cierra el primer volumen de los "Illusion" solo había sido interpretada en directo anteriormente en cuatro ocasiones. Un tema largo y complicado pero tremendamente emocionante y absorbente en el que Slash se ha despachado a gusto y en el que la voz de Axl ha sufrido lo justo para coronar el Mortirolo haciendo eses. 

Más momentos históricos, el solo de Slash de "El Padrino", esa melodía que quedó grabada en la memoria de una generación tras shows como el de París en 1992 y los directos oficiales grabados en Japón. El solo de Slash ha empalmado con "Sweet Child O' Mine" en uno de los momentos más intensos de la noche. Millones de corazones sobrecogidos ante uno de los temas clave dentro de la historia del rock de los últimos 30 años. Siguieron con una de las sorpresas, "Better", uno de los temas destacados de "Chinese Democracy" que ya sonó la semana pasada en el concierto de calentamiento del Troubadour pero del que no se ha filtrado nada. La gran incógnita estaba en ver como interpretaba el tema Slash ya que no participó en su composición y su predisposición podía no ser positiva. 

El tema arranca ahora de una forma violenta y electrificada que da pie al solo inicial y a ese devastador riff que salió de la guitarra de Robin Finck. Axl sufrió probablemente su peor momento de la noche y Slash llevó la canción a su terreno. Es indudable que todavía habrá que acostumbrarse a Slash ejecutando temas como "Better" pero aunque el resultado es extraño está muy alejado de ser malo. Slash hace lo que solo Robin Finck y Buckethead han hecho antes en GN'R, tocar los temas como les sale de la entrepierna. Haciéndolos suyos y aportando amplitud de miras. Es incuestionable que "Better" seguirá siendo un temazo, quizá otro temazo, bajo la particular y especial guitarra de Slash.




"What we've got here is failure to communicate".... Aunque el estado de la banda, tremendamente compacta, y el buen nivel de Axl pese a pasarse el concierto prostrado por culpa de una fractura en el metatarso del pie izquierdo, muestran que la comunicación no ha debido de ser mala del todo. "Civil War" es uno de esos temas que ha sonado bien siempre. En su versión de estudio, en los directos de la formación clásica y en sus siguientes variaciones. Y esta mañana en Las Vegas ha sonado perfecta y emocionante como siempre.

La magia ha seguido fluyendo con una especie de jam instrumental en la que Slash, Fortus, Duff y Ferrer han interpretado "Wish you were here" (Pink Floyd) y "Layla" (Derek & The Dominios) antes de que Axl Rose cabalgase hasta su piano para interpretar "November Rain". Otro de esos momentos generacionales que probablemente quien no viviese con intensidad aquellos lejanos primeros años de los 90 difícilmente podrá entender. Una composición que nos lleva de nuevo a la época en la que todavía éramos seres protegidos por nuestros progenitores y dábamos nuestros primeros pasos solos por la vida. 

Publico entregado y recta final a un nivel muy alto sin apenas pausa entre canción y canción con clásicos como su versión de "Knockin' on Heavens Door" y "Nightrain". Auténtica histeria colectiva y celebración de rock n' roll en el último tema antes de los bises. Tras la vuelta al escenario, "Patience" y "Paradise City" culminaban un gran concierto que ha colmado las espectativas de los más exigentes y que despeja muchas dudas de cara a la próxima gira por norteamérica. Mañana por la mañana viviremos la segunda de las citas en Las Vegas. Con el chocolate y los churros. Algunos incluso con resaca.

Izkander FERNANDEZ

Comentarios

  1. Gracias por aportarme vuestra visión siempre pasional y necesaria para mi.
    Desde hace unos dias, no sé, diez o así, la vida es distinta, mejor.
    ¿A que sí?

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