MILANA. Son del oeste.




"El country viene del mundo rural, 
Milana también".


Foto: Iván Correyero


En verano de 2013 tuve la oportunidad de charlar durante unas cuantas horas con Carlos Macías, cantante y guitarrista de Maggot Brain, productor musical, periodista y agitador. Fue en su Extremadura natal. En un caluroso agosto. Mientras conducíamos camino de un río en el que darnos un chapuzón intercambiamos mucha información respectiva a nuestra tierra, a nuestra relación con ella. El con Extremadura. Yo con Euskal Herria. Recordaba las líneas de su discurso, largo y fluído. Lo relacioné con Los Santos Inocentes. El servilismo. El complejo. Las ganas de dejar eso atrás desde un espíritu crítico y constructivo. También recuerdo que en el coche sonaba Ozark Mountain Daredevils. Fue un trayecto maravilloso. Cuando lei las primeras líneas de información sobre Milana sospeché que Carlos estaba detrás. La unión de fuerzas entre Jay Martínez y Aritz Sertucha ha constituido una bendición para la cosecha discográfica de 2014. "Campo y piedras", de Milana, suena exactamente como debería sonar un disco hecho desde el máximo respeto por la música tradicional americana pero desde la mentalidad de un puñado de extremeños soñadores. Y suena así porque es precisamente eso. "Tengo una biblia y un cuchillo"... 




MILANA
Campo y piedras

Un ejercicio. Coge un mapa de Extremadura y colócalo de base. Luego coge uno transparente del centro y el sur de Estados Unidos. Colócalo encima del de Extremadura. Superpuesto. Lee nombres como Cáceres y Springfield uno junto al otro. Extraño. Ahora entra en el bandcamp de Milana. Repite el ejercicio con la música del sexteto extremeño de fondo. Indudablemente, algo cambia.

Milana es el resultado de la unión de fuerzas de Jay Martín y Aritz Sertucha. Una especie de puesta en común de diferentes composiciones que remaban en una misma dirección: la música tradicional estadounidense. Country, southern rock y folk. Crosby, Still, Nash&Young, Ozark Mountain Daredevils o el propio Neil Young en solitario podría valer para facilitar una radografía de lo que esconden los temas de "Campo y piedras".

El primer larga duración de Milana es un trabajo exquisito repleto de matices y grandes canciones que atraviesan el espacio entre tu oído y tu corazón a la velocidad de la luz. La producción, profunda y cuidada, ayuda. Pero lo que de verdad da fuerza a la música de Milana es su capacidad para escribir canciones.

"Campo y piedras" comienza pausado con "El viaje" y "Hojas secas". Ejercicios melancólicos listos para activar los mecanismos necesarios para soñar despierto y recordar cosas tan simples como un primer amor, los primeros rayos de sol de la primavera tras un duro invierno o el olor de la tierra mojada por las primeras gotas de una tormenta de verano. Una canción de Milana es ese tipo de elemento. Y también más cosas.

"En pedazos" y "Remolino" son más eléctricas. Emparentadas con un sonido más moderno, más americana. "Tiempo de lobos", que pasa por ser uno de los dos mejores temas del disco, es una liberación guitarrera, épica y desbocada que trae a la cabeza grandes composiciones de Neil Young.

Tras el precioso interludio de "Cambio y piedras" con cierto regusto a Ry Cooder y con ecos de una noche veraniega, llega "Niña de arena y sol", un single en potencia con un gran estribillo. "Nada para mí" es otro interludio pero esta vez en clave festiva antes de que llegue "El hombre del encendedor", una composición en clave Deltonos.

Llega el momento estelar de los asesinos. Llega "Tu olor en mi ojo izquierdo". Una joya de casi ocho minutos que se desenvuelve por las mismas coordenadas que "Tiempo de lobos": guitarras densas, épica, dramatismo y belleza pop. "La biblia y el cuchillo" pone el broche de oro a un disco notable en el que Milana ha hecho algo que no se ha hecho en demasiadas ocasiones con tanto acierto: traer la música tradicional estadonidense al Estado español y al castellano.

8

4 de marzo
Presentación 
y firma de discos
PROMOMUSICA
Cáceres

27 de marzo 
MEDIEVAL
Puoigcerdá 

28 Marzo
Aigua Puigcerdá 

18 de abril
IMPACTO
Plasencia 

25 de abril
BOOGALOO
Cáceres 

8 de mayo
LAMALA
Madrid 

9 de mayo
ATENEO REPUBLICANO
Vallecas
Madrid 

9 de mayo 
Presentación 
y firma de discos
DELIA RECORDS
Madrid 

10 de mayo
HELLPASO
Madrid









Erocka: ¿Es MILANA la culminación de una idea desarrollada a lo largo de mucho tiempo?
En realidad Milana surge de manera espontánea y en poco espacio de tiempo, sin demasiado preámbulo y con el fin de cubrir una necesidad de hacer música. Aritz y Jay se conocieron en un concierto benéfico y surgió la química musical y personal entre ambos. Aritz tenía un montón de temas que quería grabar. Jay tenía otro montón de temas que quería grabar. Se incorporó Laura e hicimos un par de ensayos junto con Victor Sarabia, director del artwork de “Campo y Piedras”. La idea de liberar tensiones y pasar un buen rato.

Pero la cosa fue a más.
Queríamos desarrollar las canciones que llevábamos componiendo desde hacía tiempo y tanto Laura como Aritz tenían muchísimas ganas de formar un nuevo proyecto musical. Sumar a Pachi y a Jesús vino después, cuando vimos que podíamos darle más intención a lo que estábamos haciendo.

“Campo y piedras”. Extremadura.
Vivimos en, respiramos y sudamos Extremadura. Nos encanta esta tierra, la amamos profundamente y nos sentimos 100% extremeños aunque no todos hayamos nacido aquí. Es una tierra dura y amable a la vez. Una tierra de verdad, arraigada a las tradiciones pero que siempre recibe a los de fuera con hospitalidad. No hay mejor homenaje a nuestra tierra que inspirarnos en ella, que empaparnos de su espíritu para volcarlo en el disco. Aparte de que es un álbum grabado en Sierra de Fuentes (Cáceres) en pleno verano a 40 grados de temperatura. Respira Extremadura por todos lados.

Y Los Santos Inocentes.
Fue nuestro amigo Víctor Sarabia quien propuso la idea del artwork y fue todo un acierto. Es una película dura de cojones, que sigue poniendo los pelos de punta verla y que despierta sentimientos encontrados. En cierto modo la belleza de las ilustraciones que María Polán realizó para el disco hacen que te reconcilies con la película.






-¿Se graba un disco como éste pensando que puede funcionar? ¿Se graba por cabezonería? ¿Se graba por seguir soñando?
Teníamos la necesidad de liberar algunos temas de nuestras cabezas, de registrarlas y pasar a otra cosa pero no grabamos el disco con la idea o la intención de que “funcionara”. La idea era hacerlo bien, fiel a tus ideas, sin desviarse. Eso es lo que hicimos. Nos costó juntar las perras para llevarlo a cabo y tuvimos la suerte de que todos los colaboradores del disco se portaron con nosotros de una manera increíble. Tenemos que estarles muy agradecidos. Una vez grabado nos sentimos muy orgullosos del resultado y es cierto que estamos recibiendo muy buenas críticas. A todo hay que sumarle que es un disco muy divertido de llevar al directo y estamos encantados.

Siempre me había hecho a la idea de que Huelva y Cádiz eran California, al menos en lo climatológico. Extremadura podría pasar por Arkansas o Missouri después de escuchar a Milana.
Si pasas unos días observando el “secarral” empiezas a pensar en todos los Westerns que viste de chico. Extremadura tiene mucho de esa imagen, de ese paisaje y también comparte climatología sin duda, grandes extensiones de tierra, gente que vive del campo. Si, es muy far west. Laura siempre bromea diciendo que lo suyo fue mudarse de Los Angeles (por Valencia) a Missouri (por Extremadura). En Valencia tocaba en Sweet Littler Sister que pertenecía a una escena de hard rock con laca a tutiplen y en Extremadura acaba con unos Ozark Mountain Daredevils extremeños.

A principios de los 90 Negu Gorriak cantaban que eran euskaldunes (vascoparlantes) y que estaban orgullosos apoyándose en el rap de Public Enemy. ¿En cierto modo Milana hace lo propio con su tierra y el country?
Sin duda, la música que hacemos parte de nuestras influencias, de lo que hemos escuchado. Pero esos banjos, esas telecaster quedan muy bien contando historias de gente de aquí y con la forma en que las contamos aquí. El country viene del mundo rural. Milana también. Reivindicamos la música hecha de verdad, desde el corazón, sin artificios y que cuenta historias sencillas, que apela a sentimientos primarios como el amor, el desamor, la familia, la tierra...

Para producir un disco así, ¿Existen unas directrices? ¿Hay que probar-fallar-volver a probar para evolucionar o avanzar?
Casi todo es trabajo de ensayo. Tanto de cada uno en su casa como de todos juntos en el local. Así es como los temas van creciendo y evolucionando. Además de eso hace falta la visión de un elemento externo que tenga la posibilidad de ser más objetivo.


Foto: Ivan Correyero


¿Quién fue el encargado de cargar con ese papel?
Ese ha sido el papel de José Carlos Macías. Su trabajo de producción en el disco ha sido una maravilla y trabajar con él ha sido algo muy entretenido y educativo. Hemos aprendido muchas cosas de él. Ha sido un gran director de orquesta, ha sabido transmitirnos y exigirnos todo lo que tenia en su cabeza y a la vez ha sabido escucharnos y aceptar por donde queríamos ir. Yo le agradezco mucho su trabajo y animo a cualquiera que quiera hacer un buen trabajo musical que se ponga en sus manos.

Los Santos Inocentes, Extremadura, Ozark Country Daredevils… ¿Cuánto hay de Carlos Macías aquí?
Carlos, como cada uno de nosotros, es Milana. Sin él el disco hubiera sido otro y no creo que mejor. El espíritu de los Ozark se tomó más de una cerveza con nosotros mientras grababamos. Su sabiduría musical es impresionante y se nota que es músico también en su manera de trabajar. No se me ocurre mejor productor. También hay que destacar la labor de Fran Siendones. Joder, parecía que esos dos habían trabajado juntos desde hacía treinta años y era la primera vez o una de las primeras veces. Luego en la mezcla se sumó Alfonso Espadero y eso ya fué apoteósico. Alfonso es un tipo brillante que sabe muy bien lo que se hace.

¿David Anderle, productor de Ozark Mountain Daredevils murió mientras grabábais el disco?
Murió el 1 de septiembre, justo cuando terminamos de grabar el disco. Recuerdo que Carlos se quedó muy impactado, se había inspirado muchísimo en su trabajo para sacar adelante el de Milana. En realidad, no estamos tan alejados de los Ozarks. Somos amigos que se juntan para tocar, para beber cerveza, rodeados de naturaleza en estado salvaje y arraigados a la tierra. Eso es Milana.

Es un disco profundo. Rico en matices. Con múltiples arreglos. ¿Llega a ser un quebradero de cabeza?
Pues ha habido temas más fáciles de producir que otros pero desde el principio teníamos clara la línea a seguir. Carlos tenía muy claro lo que quería de nosotros y nosotros también. El resto fue gracias a los colaboradores que hicieron un trabajo maravilloso. Es uno de los puntos a favor que te da tener un productor como Carlos, que sabe lo que pide cada tema y que conoce a quién puede hacerlo. Lo convierte todo en algo mucho más sencillo.

¿Cuando se compone se compone con todo ahí? Violines, teclados...
Depende de cada persona pero por ejemplo en el caso de Aritz es un tío de guitarra acústica y armónica e ir trabajando la letra y la melodía de voz con el tema en crudo. Cuando tiene el esqueleto en su cabeza empieza a pensar en teclados, violines banjos y voces. Lo divertido llega cuando el tema llega al grupo y no hay coincidencia en cuanto a que instrumentos queremos que lleve. En ese punto, siempre que la mente esté abierta a sugerencias y opiniones, es donde realmente la canción crece.

¿Y los textos? Hay algunos brutales. ¿Quién los escribe? ¿En qué se inspira?
Los temas de “Campo y Piedras” son de Jay y Aritz. Aritz escribe pensando en las cosas que pasan a su alrededor pero tratando de ser ambiguo. Por ejemplo, “El viaje” es un tema que según quien lo escuche se puede interpretar como una canción de amor, de desamor, de llamada de atención social sobre todos los que nos buscamos la vida marchando de nuestra tierra, sobre la vida en sí…es interesante que exista la posibilidad de que cada uno haga suya la letra y se la lleve a su terreno.






 Foto: Ivan Correyero


¿Americana puede ser una etiqueta pegajosa o por el contrario se lleva con comodidad?
No nos disgusta, es un término muy amplio y permite mover los temas en un amplio espectro musical. La verdad es que en cierto modo nos puede beneficiar por todo el “boom” que hay ahora con la música americana. Es música, es Milana y no nos planteamos mucho más.

¿Existe la suficiente música en castellano como para que Milana haya sido influenciado por bandas del Estado? ¿O necesariamente todos los referentes están al otro lado del charco?
Hay muchísimas bandas en el Estado que hacen música increible dentro de nuestro estilo y que nos han marcado. Aritz es un apasionado del trabajo de José Ignacio Lapido tanto en solitario como con 091. La Frontera, Deltonos (Y como no Hendrik Rover) o Tulsa también son referentes. Podríamos hablar durante horas de grupos nacionales con muy buen rollo. El rock está muy vivo aunque no nos lo ponen nada fácil.


¿Todo country o southern? ¿No hay algún guiño al folk británico de los 60 (Trees...)?
Al folk sí pero al americano: nos apasiona el trabajo de Stephen Stills tanto en solitario como en CSNY, los Byrds, The Mamas And The Papas…¿Había alguien que no hiciera las cosas bien en aquella época?

¿Hay un espacio para defender “Campo y piedras” en directo?
Nos encanta tocar y queremos salir a tocar todo lo que podamos. Además, “Campo y piedras” en directo es divertidísimo. Todo es más emocionante, más dinámico, hacemos un show muy atractivo y vivo. En el escenario cantamos todos, todos tocamos más de un instrumento, tenemos momentos en los que toca ser contenidos y luego nos volvemos unos auténticos gañanes con ganas de escupir tabaco y machacar nuestras guitarras. La idea es que la gente disfrute los temas pero al mismo tiempo que no puedan pensar mucho en lo que está pasando y de verdad espero que la gente que venga a nuestros conciertos se vaya con esa sensación. No esperes que un concierto de Milana sea como escuchar el disco y ya está.



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